El 14 de febrero, Keyshawn Davis se proclamó campeón mundial WBO del peso ligero en Nueva York (Estados Unidos), con una victoria sobre Denys Berinchyk que lo consolidó como una de las esperanzas más firmes del boxeo en el país de las barras y las estrellas. Menos de cuatro meses después, Davis perdió la corona al no dar el peso cuando debía enfrentarse a Edwin de la Cruz. El de Norfolk manejó de manera desastrosa su carrera desde entonces, e incluso especuló con colgar los guantes. A los 26 años, Davis tiene el talento suficiente para plantar cara a hombres como Gervonta Davis, o su amigo Shakur Stevenson, como acredita la medalla de plata olímpica que logró en 2021. Para colmo de males, la promotora de Keyshawn Davis, Top Rank Promotions, vaga sin un pecio al que agarrarse desde que su contrato televisivo con ESPN finalizó, y por el momento, no ha podido llevar sus grandes veladas a otra televisión dispuesta a desembolsar cifras millonarias.

Ante esta situación, Keysawhn Davis llama a las puertas de Turki Alalshikh, con la esperanza que desde Riyadh Season le hagan un hueco para la velada que organizarán el 31 de enero en Nueva York, que encabezará un interesante Shakur Stevenson vs. Teófimo López, a falta de confirmación oficial.

Para que su propuesta sea más atractiva, Keyshawn Davis planteó a Alalshikh que su rival sea Nahir Albright, en un combate de revancha. Davis venció a Albright por decisión mayoritaria el 15 de octubre de 2023, pero el resultado fue modificado a sin decisión al dar Davis positivo por marihuana.

La pelea tendrá un aliciente más: desde que se enfrentase a Keyshawn Davis, Nahir Albright solo ha disputado una pelea. El pasado 7 de junio derrotó a Kelvin Davis, hermano de Keyshawn, en Norfolk.