
Hace veinte años el término youtuber ni siquiera existía. La plataforma de vídeos nació en febrero de 2005, cuando el nombre de Julio César Chávez aludía a una leyenda del boxeo en triste declive. El de Jalisco colgó los guantes a finales de ese año, cuando su hijo «el Júnior» ya había iniciado su carrera como profesional. En ese momento, Jake Joseph Paul era un niño de 8 años de Ohio. El británico Johnny Nelson era el campeón que más tiempo llevaba en el trono del peso crucero en 2005, pero veinte años después, el panorama es diametralmente opuesto.
El Honda Center de Anaheim (Estados Unidos) se vistió como si de una noche histórica se tratase para presenciar el duelo a diez asaltos entre Jake Paul (12-1, 7 KO) y Julio César Chávez Jr. (54-7-1, 34 KO). Con básicamente el jab, Paul dominó sin respuesta los primeros asaltos ante un Chávez Jr. que rozó la incomparecencia, salvo para cobrar la bolsa. A pesar de llevarse sin oposición los rounds, Paul también exhibió unas carencias indignas de un aspirante a un título mundial, pero más que dignas para un boxeador con tan pocas peleas.
Como en sus días de gloria, Chávez Jr. reaccionó con más pundonor que fondo en la segunda mitad. Ante el cabreo de su padre, el excampeón mundial del peso medio recordó que podía sacar manos. Conforme se acercaba el desenlace, la ofensiva de Chávez Jr. inquietó más a Paul, que aumentó su movilidad para minimizar riesgos. En los dos últimos asaltos, Jake Paul se quedó sin gasolina, pero Chávez Jr. acusó su tardío inicio.
Para Julio César Chávez Jr. podría considerarse una deshonra perder ante Jake Paul, pero si se tienen en cuenta sus últimos años, en los que ha tenido problemas repetidos con las drogas, y su reciente salida de una clínica de desintoxicación, «el hijo de la leyenda» se sintió contento con su papel.
Con las cartulinas de 99-91, 98-92 y 97-93 favorables a Jake Paul, se abre un nuevo capítulo en el boxeo. Hasta el momento, Paul era un animador de excepción, aunque se le seguía con cierto escepticismo. Tras esta victoria, el WBC y la WBA estudian incluirlo en los puestos de honor de sus clasificaciones mundiales, por lo que podría disputar un título mundial.
El nivel y los méritos de Paul son indignos de ello, pero poderoso caballero es don Dinero, especialmente para esas empresas que se hacen llamar organismos. El riesgo para Jake Paul sería inmenso, dado su nivel. Por eso, el estadounidense retó a diestro y siniestro sin importarle el peso de sus contendientes, desde Gervonta Davis a Anthony Joshua. El tiempo juega a favor de Jake Paul, que sigue vendiendo mejor que ningún boxeador sus peleas. En algún momento, los cinturones quedarán vacantes, o siempre se puede recurrir a crear uno nuevo para que todos se repartan el pastel.