Raúl Hernández
@Rauhlopez

Si me habéis leído en alguna ocasión ya lo sabréis, y si no es así, os diré que soy un romántico del boxeo y esta historia contiene todos los ingredientes para enamorarse, es más, es digna de un guion de Hollywood, por que lo tiene todo, alegrías, tristezas, engaños, amistad, triunfo, derrotas…

Personalmente es un boxeador que siempre he admirado, he de decir que como la gran mayoría de ustedes, unas cuantas noches en vela pasé para verlo boxear, tuve la enorme suerte de conocerlo en persona hace unos años cuando vino a pelear a la isla de Gran Canaria.

Hace poco volví a hablar con él, cerrando por fin el circulo y poder así contar su historia, eso sí, a mi manera, como diría el gran Frank Sinatra.

Podría escribir un libro sobre nuestro siguiente protagonista, pero hasta que eso llegue, hoy será una breve historia de boxeo, si decides continuar la lectura, relájate, tómatelo con tranquilidad y disfruta del viaje, hoy se sube al ring de Espabox, Gabriel “Chico Guapo” Campillo.

La madrugada del sábado 18 de febrero de 2012 a eso de las 4 y algo de la madrugada me despierto y todavía medio grogui me dirijo al salón donde tenía mi ordenador preparado para ver el combate. Conecto y veo que va por la mitad del tercer asalto, inmediatamente mando a través de mi móvil un mensaje a un gran amigo y le digo «me acabo de conectar, va terminando el tercero» a lo que me responde, «vamos bien, cayó en el primero pero el segundo y tercero lo va ganando“.

Así hasta el asalto número doce, ganó todos los asaltos sin ningún atisbo de duda desde el segundo hasta el último, salvo ese primer round.

Tavoris Cloud, que era el nombre del rival esa noche, presentaba un corte muy feo en su ojo izquierdo, justo debajo de la ceja muy cerca del párpado, una zona muy peligrosa para un corte y había que parar la pelea, no podía continuar con ese corte. El árbitro paró el combate en varias ocasiones para que el médico viera esa lesión y tomara la decisión más saludable para el boxeador, pero, amigos, no se atrevió, no tuvo la valentía ni la profesionalidad para ejercer su profesión, la de proteger al boxeador en todo momento y nunca paró la pelea, quizás las presiones que tenía detrás de él eran demasiadas como para parar y que dieran ganador a nuestro boxeador.

Jimmy Lennon Jr. sube al ring al término de los doce asaltos para anunciar el ganador a los puntos e incomprensiblemente dan vencedor por decisión dividida a Tavoris Cloud. Semanas después de la pelea Jimmy Lennon Jr. diría públicamente que esa noche fue una de las mas bochornosas que ha pasado al tener que anunciar una decisión tan injusta, literalmente dijo “One of the hardest decisions I’ve ever had to announce».

Como anécdota quedará la frase que en directo dijo uno de los comentaristas americanos dijo al escuchar las puntuaciones “Se lo han vuelto a hacer a Campillo».
El público presente protestó la decisión y aplaudió y vitoreó a Gabriel Campillo reconociéndole la victoria cuando este abandonaba el recinto, esa noche Tavoris Cloud “ganó” el cinto de campeón y Gabriel Campillo GANÓ la pelea.

Pero esta historia no todo es tristeza, ahora es cuando empieza a sonar esa música épica de película, porque un tres de diciembre de 2005 en la isla de Tenerife, Gabriel “Chico Guapo” Campillo se proclama Campeón de España frente a Juan Nelongo. El 19 de Mayo de 2009 revalidaría su titulo en la pelea de revancha.
El 8 de Marzo de 2009 se proclamaría Campeón de la Unión Europea en Dinamarca frente a Lolenga Mock .

El 20 de junio de 2009 Gabriel “Chico Guapo” Campillo, en tierras extranjeras una vez más, toca el cielo, la gloria más añorada por cualquier boxeador, el sueño que de niño se repite una y otra vez cuando decides ser boxeador.
Se proclama Campeón del Mundo del peso semipesado frente a Hugo Hernán Garay en Argentina ganando al boxeador local.

Pero esperad que la música vuelva a sonar por favor, porque «Chico Guapo» volvió a repetir la hazaña en Astana, Kazajistán, frente a Beibut Shumenov el 15 de agosto de 2009, ganando una vez más en tierras extranjeras al púgil local y consiguiendo su segundo campeonato mundial. Doble Campeón Mundial del Peso Semipesado.

Y como no hay dos sin tres, allá que se fue el bueno de «Chico Guapo» a Las Vegas a seguir cumpliendo sueños en una pelea de revancha ante Beibut Shumenov y se ratificó el dicho de «lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas» y es que su cinto de Campeón Mundial se quedó en allí, bueno más que quedarse allí, se lo robaron con premeditación y alevosía.

Por desgracia en la memoria de todos quedará casi de igual manera el recuerdo de ser Campeón del Mundo en dos Ocaciones del peso semipesado como el de ser maltratado por las decisiones de los jueces, despojándole no solo de ese Campeonato Mundial sino impidiéndole ser Campeón de Europa y como el mismo nos contará, arrebatándole lo mas importante para un boxeador, la ilusión.

Gabriel «Chico Guapo» Campillo, en sus propias palabras.
– ¿Campillo sientes que el boxeo está en deuda contigo ?
-En absoluto está en deuda conmigo. Más bien al revés, te diría que soy yo el que está en deuda con el boxeo, pues lo encontré en un momento complicado de mi vida, donde me hacía mucha falta un objetivo que perseguir.
Si el boxeo no hubiera aparecido en ese momento, mi vida hubiera seguido un camino más incierto y a buen seguro mucho menos constructivo.
Pero afortunadamente, por esas casualidades que suelen ocurrir en la vida, allí estaba. Empecé, me enganchó, y lo demás ya es historia. El boxeo me dio un objetivo por el que luchar, una motivación para ser mejor cada día, y una razón para esforzarme y nunca darme por vencido.
Es imposible para mí pensar que me debe algo. Solo algunas personas me quitaron cosas. El boxeo sólo me dio.

– ¿Cómo se vive el boxeo desde la esquina, como entrenador?
-Nunca pensé que diría esto, pero de forma mucho más intensa. Cuando estuvimos en Rusia para disputar con nuestro boxeador Daud Yordan una eliminatoria mundial contra Pavel Malikov que, en caso de victoria, le colocaba como número 2 del mundo en la WBA, pudio noquear a Pavel Malikov y por momentos sentí que me desmayaba de la emoción.
Es algo inexplicable, pero al verlo desde fuera se vive de una forma mucho más dramática que cuando eres tú quien pelea. Es una sensación extraña para mí, y a la que todavía tengo que acostumbrarme, pero creo que también puede aportar momentos muy intensos a mi vida, tanto como cuando competía.

– De una derrota justa, se puede aprender y corregir errores pero de una derrota injusta, ¿cómo se digiere?
-Las derrotas injustas han sido las pruebas más duras que he tenido que afrontar en mi carrera. Cualquiera que lo haya pasado o vivido de cerca, sabrá que algo así es capaz de sumir a un boxeador en un pozo del que cuesta mucho salir.
Mi primera gran decepción en ese sentido fue disputando el Campeonato de Europa contra Murat, en Alemania. Al ser la primera no podía creerlo, me dolió mucho. Uno piensa que éste tipo de cosas sólo le pasan a otros, o en las películas. Que algo así no te puede pasar a tí… pero te pasa. Y te deja hecho una mierda.
La segunda fue ni más ni menos que por un Campeonato Mundial. El infame mundial que me «ganó» Shumenov en Las Vegas.

Si te gusta el boxeo, y tienes cierta noción de los años de dedicación y sufrimiento que puede llegar a costar disputar (ni siquiera ganar) un título mundial, te harás una idea de lo que uno puede llegar a sentir cuando te lo afanan de manera tan despreciable e impune. Aún así, estando en lo más alto de la división a nivel mundial, me rehice, volví a ganar peleas, y a pesar de haber sufrido otra lamentable decisión en Alemania, en la segunda pelea con Murat, obtuve otra oportunidad de disputar el mundial.

Fue contra Tavouris Cloud, posiblemente el boxeador más temido de aquella época, que parecía casi invencible, y contra el que todos me daban por muerto. Hice la mejor pelea de mi carrera para demostrarle al mundo que merecía el título que me robaron 2 años atrás, y vaya si lo merecí. Para todo el mundo salvo para 2 de los 3 jueces cobardes y corruptos, que a mis 33 años prácticamente me cerraron la puerta de poder volver a disputar otro mundial.

Viéndolo ahora con perspectiva, tengo que reconocer que ésta decisión supuso el golpe de gracia para mi carrera, dado que nunca pude recuperarme completamente del mazazo que supuso a mi confianza, a mi motivación y a mi ilusión. Cualquiera que haya practicado boxeo a nivel competitivo sabe de la importancia de éstos tres pilares.

Aunque luego gané algunas peleas importantes y a punto estuve de volver a hacer el mundial de nuevo tras ganar a Thomas Williams Jr, nunca recupere el nivel de motivación y confianza que alcance con Tavouirs Cloud, y que hubiera mantenido y aumentado si me hubieran dejado tener el cinturón que me merecía.

– Días después de la pelea hasta mi llegó la historia de que Don King había reconocido tu victoria en el hall de tu hotel el día siguiente a tu pelea con Tavouris Cloud, ¿es cierto?
-Es cierto, King, a la mañana siguiente de la pelea, cuando nos encontramos en el hotel que compartíamos, nos reconoció a mi y a mi equipo que tenía ojos en la cara para ver quien había ganado la pelea, pero que él, como mánager, no podía decir nada en contra de un boxeador suyo.

El último asalto de este artículo me lo reservo para mi, solo tengo palabras de agradecimiento hacia Gabriel Campillo por su generosidad y por poner su corazón en las respuestas, es de agradecer cuando te hablan desde el alma.

“Es imposible para mí pensar que me debe algo. Solo algunas personas me quitaron cosas. El boxeo solo me dio”. Gabriel Campillo.