Darío Pérez
@Ringsider2020

Tras su reciente triunfo ante Jonathan Oquendo por descalificación, Jamel Herring (22-2, 10 KO) parecía tener en mente una defensa de su título mundial WBO ante Carl Frampton (28-2, 16 KO), recientemente ascendido al peso superpluma. Sería un combate atractivo deportiva y económicamente, entre dos grandes atletas con una edad parecida y que crearía gran expectación en Estados Unidos (Top Rank controla a Herring) y Reino Unido e Irlanda (Queensberry y MTK están detrás de Frampton), continuando además la estrecha colaboración entre dichas promotoras. Tras su triunfo ante Oquendo, decía Herring: «Quiero la pelea contra Frampton en noviembre o diciembre, pero la quiero a continuación».

Sin embargo, la WBO tiene otros planes. El organismo ha anunciado que, dados los cortes sufridos por Herring debido a los cabezazos de Oquendo, el actual campeón tiene cinco meses, hasta enero de 2021, para enfrentarse (han recalcado) a su retador oficial; y ese es nada menos que Shakur Stevenson (14-0, 8 KO), excampeón mundial pluma que también acaba de ascender al superpluma. Stevenson era el campeón pluma de la misma WBO, y por eso ha recibido este trato de estrella al llegar a esta nueva categoría.

Seguiremos atentos a los próximos movimientos de Jamel Herring, porque ambos serían muy buenos combates para el aficionado. Su plan inicial de una defensa voluntaria ante el norirlandés, algo que Stevenson ya tenía asumido, podría verse alterado por presiones de la Organización Mundial de Boxeo.