
Perseguido por las críticas en los últimos años, Shakur Stevenson (24-0, 11 KO) ofreció su mejor versión en el Louis Armstrong Stadium de Queens (Nueva York, Estados Unidos), para defender el título mundial WBC del peso ligero. Con cierta inspiración en el estilo que hizo multimillonario a Floyd Mayweather, Stevenson corroboró que se pueden medir los riesgos sin recurrir a dar vueltas sobre el ring. El subcampeón olímpico en Río no dejó dudas para imponerse a un digno aspirante como William Zepeda (33-1, 27 KO).
Desde el primer asalto quedó establecido el patrón del duelo de zurdos: Stevenson aceptó que Zepeda tomase la iniciativa, la cual intentó desarbolar con su jab, más rápido que en otras ocasiones. Sin embargo, en lugar de girar cuando el mexicano conseguía encerrarlo, Stevenson disparó sus manos con maestría.
No fue hasta el décimo asalto cuando Shakur Stevenson empleó por primera vez su criticada estrategia de combates anteriores, para evitar que William Zepeda lo cazase con algún golpe que echase por tierra el trabajo realizado. La brillantez con la que el estadounidense resolvió la pelea probablemente no sea lo suficientemente valorada, a la espera de una reválida ante otro rival de igual o mejor nivel.
Con las tres tarjetas a su favor (118-110, 118-110 y 119-109), el campeón mundial WBC del peso ligero retuvo su título y acalló a sus críticos. El escrutinio pormenorizado de la pelea también estaba en la mente del vencedor, quien se dirigió a los aficionados que han puesto en entredicho su categoría, al reconocer que decidió ofrecer algo más que en ocasiones anteriores.
«No fue la actuación que buscaba porque llegué aquí intentando demostrar algo, intentando pelear. Así que recibí más castigo de lo habitual. Pero al final, hice lo que era necesario para lograrlo. Tengo el espíritu de un perro. No soy un cachorro, no soy un caniche, soy un tipo duro. Demostré que soy un perro. Zepeda es uno de los boxeadores más duros en el peso ligero, quiero que mucha gente se suba al ring con él y vea lo duro que es. Llegó y me llevó a otro nivel. Tuve que ir a por todas. Él simplemente siguió atacando. Intentó cerrarme contra las cuerdas, así que tuve que cambiar de ritmo y no quedarme ahí parado mucho tiempo. Zepeda es un tipo duro», declaró Shakur Stevenson.
Sobre el cuadrilátero apareció el nombre no ya de un boxeador, sino de una persona cuya prioridad actual no es el boxeo como es Gervonta Davis. El duelo entre dos de los mejores pesos ligeros del mundo generaría una recaudación millonaria, pero Stevenson no quiso valorar un combate que no tiene visos de cerrarse a corto plazo.