Daniel Pi
@BastionBoxeo

En el semifondo de la velada disputada ayer en el Wembley Arena de Londres (Reino Unido), el campeón mundial IBF del peso pluma Lee Selby (25-1, 9 KO) retuvo su cinturón por tercera vez al vencer por decisión unánime a su retador obligatorio Jonathan Barros (41-5-2, 22 KO), siendo las cartulinas de excesivo 119-108 y un doble 117-110 más acorde a lo sucedido.

En el arranque Selby se limitó a utilizar con cautela su jab y su excelente juego de piernas para controlar las acciones, aunque la baja frecuencia de golpeo y el limitado peligro de su oponente pronto le permitieron lanzar combinaciones de directos que condujeron al argentino contra las cuerdas, donde recibió algunas potentes series. Por su parte, Barros, más allá de intentar acortar la distancia, centraba casi todas sus posibilidades en disminuir la movilidad del local, por lo que insistía una y otra vez con su gancho zurdo al hígado.

De todos modos, sin lograr ofrecer una presión realmente efectiva, Barros quedaba expuesto a la superioridad técnica del británico, que se pudo permitir plásticos directos sucedidos por ágiles salidas en diagonal y grandes esquivas que dejaron al visitante pegando al aire. Con todo, tras un buen cuarto asalto, en el quinto round Selby cometió el error de cruzar golpes en la distancia corta y media-corta, dando así oportunidades a un Barros que conectó algunos ganchos y provocó un corte en la ceja derecha del campeón a consecuencia de un cabezazo involuntario.

Así, al igual que en varias ocasiones pasadas, llegaron para el titular las dudas, la inadecuada gestión de la distancia, la disminución del ritmo y, en definitiva, se pusieron las bases para que su adversario reaccionase, cosa que se materializó inicialmente en varios ganchos de mano adelantada y alguna derecha clara. La situación se agravó en el round posterior para Selby, que no pudo, con un aumento notable de su dinamismo, evitar un apreciable castigo con hooks al torso y unas tenaces ofensivas de su adversario.

Evidentemente, a pesar de los problemas, Selby cuenta con tanta destreza que pronto empezó a evitar un buen número de puños y a conectar aislados y precisos directos, pero el dominio de los primeros compases no regresó hasta el noveno episodio, en el que de nuevo usó el jab con efectividad y contraatacó con acierto con combinaciones de curvos, en ocasiones seguidas por cambios de línea. A la vez que “Lightning” mejoraba su rendimiento de forma decisiva, Barros descuidó su golpeo al cuerpo y perdió agresividad respecto a los asaltos centrales, sellándose así su derrota, que estuvo cerca de llegar antes del límite. Y es que en el duodécimo episodio el monarca derribó al retador con un fuerte gancho zurdo precedido por una derecha recta. En cualquier caso, a pesar de una ofensiva intensa lanzada por el local, Barros aguantó en pie hasta la conclusión, pudiendo escuchar el veredicto de los jueces.

Este triunfo resulta muy meritorio para el británico y no sólo por haber superado a un experimentado excampeón capaz de impedir un fluido desarrollo de las acciones, sino porque este combate se produce sólo cuatro días después de que la madre de Selby falleciese. A pesar de un golpe tan duro, éste quiso subir al ring, donde logró una victoria amplia ante su aspirante oficial que parece dejar despejado el camino para que pueda buscar, como desea, la mayor pelea de su carrera. Carl Frampton, Scott Quigg, Kid Galahad o una unificación son las opciones más probables para el cierre de año de Selby, según su equipo, combates en los que podría generar grandes actuaciones pero en los que no se podrá permitir la irregularidad táctica que le ha lastrado y que ante Eric Hunter casi le costó la corona.