
Turki Alalshikh, presidente de la Autoridad General de Entretenimiento de Arabia Saudí, quiere cambiar el boxeo más allá de cerrar grandes combates. Una de sus propuestas más recientes es su preferencia por utilizar rings de tamaño reducido para los eventos que promueve.
Según las normativas del WBC, las dimensiones del ring están estrictamente regladas para garantizar la seguridad. Las reglas establecen que el cuadrilátero debe cumplir con varios requisitos. El área dentro de las cuerdas debe medir no menos de 5,5 metros ni más de 7,3 metros por cada lado (estas medidas se refieren al espacio cuadrado delimitado por las cuerdas, que es donde los boxeadores desarrollan el combate). Sin embargo, las reglas permiten cierta flexibilidad: las dimensiones pueden variar si ambos equipos están de acuerdo y si la comisión local y el supervisor del WBC lo autorizan.
El fiasco del último mes, con el decepcionante evento de Times Square, y el poco emocionante duelo entre «Canelo» Álvarez y William Scull, han hecho que Alalshikh se incline por usar los cuadriláteros más pequeños posibles. Esta decisión no es una casualidad: un ring más pequeño favorece a los boxeadores con un estilo agresivo, que pelean en la corta distancia. Por el contrario, los boxeadores técnicos, pueden verse perjudicados.