
Esta próxima madrugada del sábado al domingo en San Luis Potosí (México), Top Rank y Zanfer Promotions organizan la defensa del título mundial pluma WBO por parte de Rafael «Divino» Espinoza (27-0, 23 KO) ante Arnold Khegai (23-2-1, 14 KO), aparte de algunos otros combates con nombres de fama internacional que la promotora de Bob Arum necesitaba dar actividad. Sobre el papel, se trata de una defensa, la cuarta para el azteca, sin demasiado brillo: Espinoza llega como claro favorito gracias a su enorme tamaño y frecuencia de golpeo y Khegai, pese a su experiencia y su historial competitivo, no figura entre los nombres de primera línea de la categoría. El ucraniano ha construido un récord sólido, pero con escaso impacto internacional, y difícilmente se percibe como un aspirante capaz de alterar el panorama del peso pluma. El interés del combate radica más en la continuidad del campeón de cara a posibles unificaciones para el próximo año, pudiendo dilucidar así quién es el mejor púgil real de la división.
Las palabras del campeón
Durante su encuentro con los medios, Rafael “Divino” Espinoza agradeció el apoyo del público mexicano y destacó lo especial que es volver a casa como monarca mundial. “Gracias por darse el tiempo de estar aquí, de apoyarnos en nuestra profesión que es la más bonita del deporte mexicano y muy orgulloso de volver a mi tierra como campeón, de volver a México como campeón”, expresó.
El campeón del WBO fue claro respecto a lo que ofrecerá sobre el ring: “Quiero decirles que voy a dar lo que siempre doy en mis peleas, todo, para salir con el triunfo. Que los dos bajemos bien del ring es lo que más deseo y que disfruten esta noche del sábado”.
El resto de la cartelera mantiene un perfil similar. En la eliminatoria superligero de la IBF de pleito coestelar, Lindolfo Delgado (23-0, 16 KO) se enfrenta a Gabriel Gollaz Valenzuela (31-4-1, 17 KO) en un duelo que debería servir para medir el nivel real del invicto. Delgado llega con buena inercia y medida progresión hasta rozar ya el cinturón absoluto mientras que Valenzuela también ha sido muy intermitente cuando ha intentado medirse a lo mejor del superligero. Es una pelea útil para ordenar el ranking al ser los dos puestos más altos para la IBF, pero una eliminatoria final para conseguir el retador de Richardson Hitchins debería tener mayor calidad en tan poblado peso.
Particularmente pobre es el matchmaking para el peso pesado Richard Torrez Jr. (13-0, 11 KO), que continúa un camino extremadamente conservador. Su rival, Tomas Salek (23-7, 14 KO), es un oponente recurrente en carteleras de este perfil, con un historial que incluye múltiples derrotas por KO y que apenas supone un examen mínimo para un medallista olímpico con aspiraciones de progresar en el ámbito internacional. Es, más que un paso adelante, uno atrás, prolongando el mismo tipo de emparejamientos que llevan años sin aportar información nueva sobre el verdadero techo de Torrez, con la honrosa última excepción de Guido Vianello. Por último, el superligero Emiliano Vargas (15-0, 13 KO) se enfrenta a Jonathan Montrel (19-3, 13 KO) en otro cruce pensado para mantener el ritmo de una joven promesa más que para ponerla en riesgo.
En conjunto, la velada ofrece actividad y escaparate para boxeadores que necesitan seguir apareciendo, pero la exigencia competitiva es limitada. Más que una gran cita, se perfila como una función de trámite para una promotora sin televisión durante ya cuatro meses en Estados Unidos, algo que no se puede permitir el transatlántico de Bob Arum; simplemente es útil para cumplir con obligaciones de ranking y mantener nombres en movimiento, pero escasa en cuanto a enfrentamientos realmente relevantes. Sobre verla en España, ninguna plataforma la ofrecerá, pero en nuestro repaso semanal a la televisión pugilística ofrecemos unas alternativas para intentar poder sintonizarla.






