Una vez que la segunda derrota ante Oleksandr Usyk queda atrás, y que en esta ocasión no hay golpe bajo alguno al que agarrarse para cuestionarla, en el Reino Unido el tema de conversación es la filtración de la fiesta que realizó el equipo de Daniel Dubois menos de dos horas antes de que el púgil comenzase los preparativos para subir al ring. Al acto acudieron más de 70 invitados, y tuvo lugar en la casa donde se alojaba el equipo del entonces campeón mundial IBF del peso pesado. No faltó de nada, como si de una celebración anticipada se tratase. La comida y la bebida corrió al ritmo de la música, sin importar que el protagonista tuviese que boxear en cuestión de minutos con el mejor peso pesado del mundo. Muchos creen que fue una invitación a la derrota.
Don Charles, entrenador de Dubois, ha dado la cara por su boxeador, al explicar que la fiesta se realizó como «una estrategia para relajar el ambiente, Daniel necesitaba sentirse en casa, rodeado de energía positiva», dijo Don Charles.
El plan de «DDD» no salió como planeó Charles, pues el británico perdió en el quinto asalto tras visitar la lona en dos ocasiones. A los 27 años, Dubois tendrá que replantearse cómo afronta los combates de cara al futuro, y así se lo ha señalado la prensa británica, que ha puesto en el foco a su padre, Stanley Dubois, quien fue quien llevó la voz cantante en el festejo. El padre de Dubois no escatimó en gastos, y contrató vehículos para que los invitados se trasladasen al estadio londinense de Wembley.
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