Darío Pérez
@Ringsider2020

Jesús Alejandro Ramos (Arizona, 2001) es uno de los boxeadores norteamericanos con más proyección en la actualidad. Viene de una gran actuación en la última velada de PBC. Hace menos de 48 horas venció por KO técnico a Esteban García, otro prospecto imbatido, y ya tiene un temible récord de 13-0, 12 KO. Con un tremendo futuro por delante, habla para ESPABOX con los golpes del Microsoft Theater de Los Ángeles, más impactados que recibidos, aún recientes.

-Jesús, ¿Cómo estás? ¿Cómo han sido estas últimas horas tras el combate y la vuelta a casa?
-Hola. Agradecido de estar ya en mi hogar. Fue un campamento duro en Omaha dos meses y luego fuimos a California, así que extrañaba mi casa y mi familia en Arizona, vivimos en un pueblito llamado Casa Grande. Voy notando que la pelea me ha dado a conocer más, los aficionados se interesan por mí. Creo que le gusté a la gente y seguiremos trabajando para ello.

-Háblanos un poco de ti. La mayoría de la afición española no te conoce. ¿Quién es y cómo es Jesús Ramos? ¿Empiezas en el boxeo por tu tío Abel o fue algo por tu cuenta?
-Soy un chico muy joven, y desde siempre mi vida es el boxeo. Empecé a los ocho años y me lo tomé en serio, fui muy disciplinado: no comía dulces ni pasteles pese a ser un niño. Eso que es tan difícil lo he mantenido y me ha ayudado a llegar donde estoy. Debuté como profesional a los 17 años en México, y me noto muy maduro gracias al boxeo.
Fuera del boxeo, somos una familia muy grande y unida, hacemos muchas cosas juntos. Mi padre tiene un gimnasio y muchas veces estoy allí, enseñando a los niños. Toda la familia está activa en el boxeo y va al gimnasio, aunque solo sea para mantener la forma. Está clara la herencia y por qué soy peleador (ríe).

-Tienes 19 años. Trece triunfos en las mismas peleas, más del 90% por KO siendo wélter. Dices que guardas la calma, pero entonces ¿Cómo es posible ese tremendo porcentaje de nocauts, solo al alcance de los privilegiados?
-El KO para mí significa empezar calmado y no buscarlo. Como te digo, busco la victoria por decisión en principio, voy intentando ganar asalto a asalto a ver qué puedo hacer buscando golpes correctos. Por suerte, parece que pego fuerte y se ha demostrado en varias peleas, pero no es algo que me haga sentir confiado. Yo me preparo para todos los rounds previstos.

-¿Qué tal estás a nivel de emociones? Uno no está en una cartelera tan importante y con tantos espectadores en Estados Unidos y alrededor del mundo todos los días. En España se pudo ver la velada en directo, sin ir más lejos.
-Fue muy extraño, no hubo público en el recinto y no estoy acostumbrado a ello, pero feliz de haber tenido una buena actuación ante tanta gente en sus casas. Mi estado de emociones es normal, yo estoy centrado más en el deporte que en todo lo que le rodea, redes sociales y demás. A veces me aconsejan prestarle más atención para potenciar mi imagen fuera del deporte junto con lo que hago en el ring, pero a mí lo que me gusta es el deporte y entrenar.
-Vamos con tu pelea. Tienes un boxeo inteligente. Dio la sensación de que dañabas a García abajo en primer lugar, pero no te precipitabas. Luego le combinaste arriba y abajo. ¿Pensabas que el KO era cuestión de tiempo?
-Muchas gracias. Salió como lo trabajamos en el entrenamiento. Había varias críticas que decían que yo me desesperaba mucho y, en un combate anterior, presioné demasiado a Rickey Edwards. A mí me gusta leer lo que opina la gente para mejorarlo, y por eso nos centramos en la preparación de la pelea para ser paciente y conectar los golpes correctos en el momento preciso. Creo que salió bien en términos de madurez, que cada acción tenga significado.

-Vimos también que movías muy bien el brazo adelantado, algo incluso más vistoso al ser zurdo. ¿Hasta qué punto es importante para ti controlar al rival con el jab e, incluso, lanzar algún golpe de poder con la mano más cercana a García?
-Sí, el jab me abrió mucho camino para poder combinar y, como te decía antes, no me precipité, tenía la idea de guardar la calma y dominar los ocho rounds. Ya me han comentado más veces que tengo un jab muy poderoso, para esta pelea lo trabajamos más porque García era más chico de estatura que yo. Así le pude controlar bien desde fuera para que no entrase en su distancia.

-Hablando de la gala, suponemos que al final hubo un poco de sensación agridulce. Tu tío Abel Ramos disputaba el combate principal de la velada con el título WBA “regular” wélter ante Yordenis Ugás y no pudo salir con el brazo en alto.
-Así es, habíamos entrenado los dos juntos y teníamos el sueño de ganar ambos. Por desgracia, no pudo ser; mi tío dio una gran pelea y estoy orgulloso de él, pero Ugás es un luchador muy fuerte y con gran carrera. Antes del combate, nadie le daba la menor oportunidad, decían que no daría el nivel contra Ugás, y creo que demostró que se merecía estar ahí y puede aprender mucho de esta experiencia. Volverá más fuerte.

-¿Cómo preparas tus citas con el ring? ¿Qué equipo de trabajo tienes?
-Hago unas 8 semanas de entrenamiento previo. Tengo una nutricionista para alimentarme bien, un preparador físico (por las mañanas) y mi papá Jesús me entrena lo que es el boxeo (en la tarde). Trabajamos los siete días de la semana, el domingo un poco más ligero: hacíamos 30 kilómetros en bicicleta.

-Parece muy atrevido preguntarte por el futuro a tu tierna edad, pero es algo obligatorio. Imaginamos que en este 2020 la idea es seguir activo, ¿Cuál es tu idea y la de tu promotora?
-Te puedo decir que voy a estar el 21 de noviembre en la cartelera del Errol Spence-Danny García, casi seguro que en la parte televisada. Aún no tengo rival, pero será también a 8 asaltos. Creo que serán tres peleas más antes de irnos a 10.

-Apuntamos entonces. ¿Y a largo plazo? ¿Cómo te ves de aquí a dos o tres años? ¿Te pones metas como ser campeón mundial o solo sería una presión innecesaria sobre tus hombros?
-Mi sueño es ser campeón del mundo a los 21 años, gracias a Dios soy muy joven y estoy por el número 85 del mundo de peso wélter. En mi mente, el mundial es una meta para estar centrado y hacer las cosas en orden para alcanzarlo. Trabajar bien te quita presión.

-¿Por qué te apodan “Mono”?
-De chiquito, mi papá me lo puso, porque como bebé me ponía cachuchas (gorras), gafas y era muy mono, nunca me lo quitaba. Es “mono” de guapo, no por el animal (ríe a carcajadas).

-Cuéntanos quién es tu modelo a seguir en el boxeo y si tienes especial interés o ganas en pelear con alguien en particular de la actualidad.
-Mi ídolo es Ricardo “Finito” López, muy disciplinado y enfocado en lo que él quiso hacer. He visto sus documentales y me inspiró mucho uno, cuando fue a Japón a pelear por el título mundial. La gente le desanimaba y le decía que no tenía opciones de ganar, pero él siguió firme y hasta se escribió su plan en un papelito que leía para motivarse. Es muy inspirador para mí.
De pelear, con quien sea. Yo estoy listo para seguir avanzando y me enfrento con quien me pongan delante, preparándome para vencer.

-Sabes que ESPABOX es una web española. Aunque nacido en Estados Unidos, tu familia es mexicana. ¿Tienes relación con nuestro país, de haber estado aquí o antepasados españoles?
-Eso es, mis papás y abuelos son de Sinaloa, en México. No sé nada concreto de antepasados, pero mi sueño es ir a España. Veo series de allí y todo lo relativo al país se me hace “muy padre” y la gente muy noble. Ojalá pronto pueda ir a turistear por allí.

-¿Quieres mandar un mensaje a nuestros aficionados?
-Los latinos siempre tenemos que ir unidos, y gracias a ustedes por la entrevista y a la gente que nos ve desde España, que nos sigan apoyando como puedan porque nos gusta entretener a los fanáticos. Les mando muchos saludos.

-Muchas gracias, Jesús. Te seguiremos de cerca, esperamos hablar contigo de nuevo cuando estés en lo más alto.
-Muy agradecido a ustedes, cuando quieran.