
La vinculación entre el deporte profesional y la industria del juego online ha dado un paso más en su evolución. En los últimos años, las casas de apuestas han intensificado su apuesta por el marketing basado en figuras públicas, desde futbolistas de talla mundial hasta leyendas del boxeo.
La firma del luchador filipino Mark “Mugen” Striegl con una reconocida plataforma, confirma que el octógono también se ha convertido en un escaparate comercial. El patrocinio deportivo ya no se limita a camisetas o estadios: ahora se busca la conexión emocional directa con el público a través de rostros conocidos.
Mark Mugen, una nueva cara para 1xBet
Tal como analiza Estafa.info, uno de los portales de referencia en el análisis y verificación de operadores de apuestas, el luchador Mark Mugen ha sido elegido como embajador de la casa de apuestas 1xBet, una plataforma de presencia global. Su incorporación responde a una tendencia clara en el sector: las casas de apuestas están buscando consolidarse en mercados específicos mediante la asociación con figuras reconocidas a nivel regional.
Striegl, con experiencia en la UFC y fuerte base de seguidores en el sudeste asiático, aporta no solo visibilidad, sino también legitimidad local. En mercados donde el marco normativo aún está en construcción o es más flexible, este tipo de estrategias les permite acelerar el proceso de implantación y posicionamiento de marca.
¿Por qué las casas de apuestas buscan embajadores deportivos?
El fichaje de embajadores deportivos responde a una lógica de marketing emocional. No se trata únicamente de atraer tráfico a las plataformas, sino de generar confianza a través del prestigio prestado por el deportista. Este modelo, que ya es habitual en Europa, se está replicando cada vez con más frecuencia en América Latina y Asia.
Las figuras del deporte permiten humanizar a empresas que, por su propia naturaleza, operan en un terreno delicado. En muchos casos, el objetivo es fortalecer la reputación de marca, vincularse a valores positivos como el esfuerzo o la disciplina, y al mismo tiempo ganar notoriedad en mercados donde el reconocimiento aún es limitado.
Además, el uso de estas caras visibles permite sortear, en algunos casos, las restricciones publicitarias más duras, transformando los patrocinios en una herramienta de comunicación indirecta pero efectiva.
Otras figuras del deporte que se han sumado al sector
La estrategia no es nueva. Ronaldinho ha sido imagen de múltiples casas de apuestas en Brasil, al igual que Luis Suárez o Sergio Agüero en campañas para el mercado hispanoamericano. En Asia, boxeadores como Manny Pacquiao también han sido vinculados a proyectos de patrocinio y promoción, aprovechando el impacto emocional que todavía genera su figura.
Incluso fuera del deporte profesional, influencers con pasado deportivo se han convertido en activos valiosos para estas marcas. Lo que comenzó como una simple presencia en camisetas o vallas, ha evolucionado hacia campañas digitales con alto retorno de inversión y segmentación regional precisa.
¿Dónde están los límites éticos?
Este auge del patrocinio plantea interrogantes. Si bien se trata de acuerdos comerciales legítimos, la creciente presencia de casas de apuestas en el ecosistema deportivo ha llevado a varios organismos a revisar sus políticas. En abril de 2024, el Tribunal Supremo de España anuló varios artículos del Real Decreto que limitaban la publicidad del juego, lo que reabrió el debate sobre los márgenes de actuación de este tipo de empresas.
Más allá del marco jurídico, la cuestión ética sigue sobre la mesa: ¿hasta qué punto una figura pública puede ser utilizada para promocionar un producto que, mal gestionado, puede tener consecuencias negativas para la salud financiera y emocional de los usuarios?
La conexión emocional sigue funcionando
Mientras tanto, el sector continúa explorando nuevas fórmulas. El reciente combate entre Manny Pacquiao y Mario Barrios sirvió no solo para reactivar el interés por el boxeo en Asia, sino también para evidenciar cómo estos eventos se convierten en plataformas perfectas para visibilizar marcas.
La estrategia está clara: asociarse a íconos, aprovechar su narrativa personal y llegar a nuevas audiencias a través de la admiración. Aunque los reguladores aumentan su escrutinio y los debates sobre los límites siguen abiertos, todo indica que este tipo de alianzas seguirán marcando el camino de expansión de las casas de apuestas en los próximos años.