Sorpresa tremenda esta pasada madrugada en el Caribe Royale Orlando, de dicha ciudad estadounidense y con la organización de PBC.
Bakhram Murtazaliev (23-0, 17 KO) defendía por primera vez el cinturón mundial IBF del peso superwélter, tras haberlo obtenido ante Jack Culcay con muchos apuros. Casi todos preveían un duelo asequible para el aspirante, el excampeón Tim Tszyu (24-2, 17 KO), que había perdido el título WBO debido a un aparatoso corte contra Sebastián Fundora.
Sin embargo, el desenlace fue tan rápido como sorprendente. Tras el estudio inicial, en el segundo round un intercambio de golpes acabó con un durísimo derribo a Tszyu. Murtazaliev, con un potente croché, ya había decidido el duelo; se levantó el aspirante con gran coraje, pero dañado, para caer de nuevo dos veces más, la segunda coincidiendo con la campana final. Aquí debió terminar el combate con una esquina razonable y un réferi más acertado que Chris Young. Pasó lo que tenía que pasar, nuevamente cayó Tszyu en el tercer parcial, aún de manera más dura que las anteriores, para terminar tirando la toalla el rincón del retador cuando este ya no sabía dónde meterse.
Espectacular triunfo de Murtazaliev, que se reivindica de golpe como uno de los grandes de la categoría. A sus 31 años, le queda mucho tiempo para ofrecer contiendas tan espectaculares como la de anoche.