Tenemos el placer de dar la bienvenida al excampeón mundial Gabriel Campillo, que desde hoy regularmente en Espabox nos hablará de diversos temas pugilísticos con la gran experiencia y conocimientos que atesora. Disfrutemos con este primer artículo muy interesante:

Gabriel Campillo

Durante mi época competitiva, siempre busqué la forma de ampliar mis límites. Diferentes formas de entrenamiento, rutinas, alimentación, suplementación, etc… Casi todos estos métodos se basaban en la siguiente premisa: Encontrar la manera de ser capaz de entrenar más duro, más intenso, o por más tiempo.

Ahora, en mi faceta de entrenador, he comprendido que, si bien el trabajo intenso es muy importante, no lo es menos el trabajar de forma inteligente. Y eso es algo que a los peleadores, obsesionados muchas veces con la intensidad, frecuentemente se nos olvida. Hoy vamos a hacer una primera aproximación a una de las (a mi juicio) maneras más sencillas, y también en ocasiones olvidada, de acercar a un boxeador a su potencial máximo. O en su defecto, hacer que trabaje de una manera más acorde a sus cualidades innatas.

La mayoría de entrenadores trabajan con su materia prima (los boxeadores) atendiendo a criterios exclusivamente morfológicos. Esto no es incorrecto, tiene base teórica, pero en ocasiones es limitado, y está cargado de dogmas que no siempre se cumplen y a veces hacen más mal que bien. Me refiero a afirmaciones que se dan por ciertas como: «Los altos tienen que boxear en la larga y con manos rectas», «los bajos tienen que ir a la corta, mover la cabeza, y sacar manos por fuera», «los fuertes tienen que ir siempre hacia delante» etc… Como digo, esto es cierto en muchas ocasiones, pero no siempre tiene que ser así.

Hoy daré unas pinceladas de la clasificación de boxeadores no en cuanto a sus características morfológicas (altura, peso, envergadura…), sino en cuanto a sus cualidades físicas innatas. Una clasificación que en mi trabajo con nuevos boxeadores, me está dando resultados muy positivos. Aunque habría muchas más combinaciones, hoy atenderemos solamente a las cualidades más básicas: Fuerza, velocidad y reflejos, y como la diferente predisposición genética de los individuos, puede darnos diferentes tipos de boxeadores, según tengan poco o mucho de estos atributos. Quiero recalcar que esto es una mera aproximación, un primer indicio. Habría muchos más factores a tener en cuenta, pero vamos a exponer los tipos más marcados de boxeador, según sus cualidades atléticas.

– Mucha fuerza/poca velocidad: Estamos ante el clásico pegador frontal. Casi siempre avanza, retrocede en contadas ocasiones. Defensa bien armada, al tener problemas para esquivar/contragolpear por su falta de velocidad. Suele llevar la iniciativa.
Ejemplo: George Foreman.

George Foreman

– Mucha velocidad/poca fuerza: Boxeador con mucha movilidad que usa para presentar siempre un blanco en movimiento. Ataques esporádicos en ráfagas rápidas. Una vez termina su ataque, desaparece con piernas. Muy difícil de boxear.
Ejemplo: Paulie Manignaggi.

– Muchos reflejos/mucha velocidad: Éste es el perfil clásico del contragolpeador puro. También es el tipo de boxeador más versátil, pero sus cualidades le hacen estar orientado al contragolpe. Esquiva fácilmente gracias a sus reflejos y saca golpes en cualquier trayectoria. Ejemplo: Lomachenko, Mayweather.
Si a este tipo de boxeador además le acompaña la fuerza, puede ser un vendaval. Ejemplo: Tyson.

– Muchos reflejos/poca velocidad: Perfil del boxeador fundamentalmente defensivo, buen uso de la defensa. Coloca las manos cuando ve o crea la ocasión. Prefiere bloquear y contestar, a contragolpear. Al ser boxeadores que trabajan mucho su defensa, son muy difíciles de golpear. Ejemplo: Ronald «Winky» Wright.

Ronald «Winky» Wright

– Mucha fuerza/pocos reflejos: Es el típico boxeador «tren de mercancías». Avanza sin descanso parapetado tras su defensa, o confiando en su encaje, hasta que arrolla a su rival por golpes o agotamiento. Requieren de un gran físico.
Ejemplo: Ruslan Provodnikov

Hasta aquí una primera y muy generalista aproximación. Habría que tener en cuenta más factores como capacidad de encaje, fondo…y otras menos tangibles como corazón, «hambre»….no todo se puede reducir a lo físico. Se podría complicar mucho, pero hemos dado las primeras pinceladas.

Cuando vemos boxeo profesional todo se complica, porque ellos ya llevan años trabajando y todos tienen buenas dosis de fuerza, velocidad, encaje, reflejos etc… Pero en los comienzos de un boxeador las diferencias sí que son muy notables, y eso nos puede dar pistas de en qué sentido hemos de trabajar, para desarrollar al máximo y lo más fácilmente posible las capacidades de nuestro boxeador.