Daniel Pi
@BastionBoxeo

Para muchísimos aficionados estadounidenses Tevin Farmer (25-4-1, 5 KO) (a la derecha en la imagen) se ha convertido en un boxeador merecedor de sus simpatías por un relato elaborado por los medios del país, siempre dispuestos a sacar réditos de lo que llaman “historias inspiradoras”. En esa etiqueta Farmer encaja bien por diversos motivos, pero esencialmente por haber tenido un inicio de carrera complicado, que logró reconducir estableciendo una racha de 18 victorias, por haber sido teóricamente evitado por grandes nombres de la división y, finalmente, por haber recibido un disparo en una mano, que se suele decir en los medios que amenazó su continuidad en el boxeo activo.

Con todo, este relato no acaba de corresponderse totalmente con la realidad, puesto que, entre otras cosas, no se han dado pruebas de que ningún boxeador de la cumbre haya renunciado a una pugna contra él y esto, de todos modos, no justificaría porqué durante tanto tiempo se le situaron delante rivales extremadamente asequibles. Por otra parte, el disparo que recibió no tocó milagrosamente ni huesos ni tendones, por lo que en ningún momento los médicos consideraron que su carrera estuviese en peligro.

Aun así, un discurso bien elaborado le permitió al boxeador norteamericano ser sobrevalorado en la lista IBF (organismo con sede en Estados Unidos) y verse situado inesperadamente unos meses después del disparo como aspirante al cinto mundial del que fue desposeído Gervonta Davis, con quien empezó a prepararse en las redes sociales un enfrentamiento que podía generar buenas cifras.

Pese a que el plan estaba ya en marcha y las promotoras de ambos tenían atado un acuerdo extraoficial, la derrota de Farmer ante el extrañamente designado coaspirante Kenichi Ogawa truncó el choque de forma inesperada. La pelea estuvo contendida y según el criterio utilizado la lectura del combate podría cambiar, pero desde los medios estadounidenses se aseguró que había sido el robo del año, reclamaciones que fueron sucedidas nada más y nada menos que dos meses después por el anuncio de un positivo en control antidopaje de Ogawa previo al combate, sin que se pueda entender por razones lícitas cómo se pudo tardar tanto en publicar el resultado del test.

En cualquier caso, con la desposesión de Ogawa los medios estadounidenses no han tardado en volver a la carga con la segunda parte de la historia inspiradora de Farmer que ahora, según dicen, después de haber sido robado por un boxeador dopado, se desplazará a miles de kilómetros de su país para enfrentarse a un formidable exmonarca mundial y culminar su sueño de convertirse en campeón. De ese modo, se cuenta que el llamado “jornalero de élite” dará el vuelco definitivo a su carrera.

No obstante, de nuevo el relato parece sesgado, dado que su rival en este campeonato por el cinto IBF del peso superpluma vacante será el australiano Billy Dib (43-4, 24 KO), que no ha hecho los méritos recientes necesarios para conseguir esta oportunidad. De hecho, son muchos los que creen que desde que Takashi Miura lo destruyó brutalmente en tres asaltos en 2015, Dib no ha vuelto a ser el mismo, llegándose a sugerir que ni siquiera su equipo confía en su rendimiento, dado que lo han situado ante oponentes modestísimos desde entonces.

Así, Farmer partirá como claro favorito en el combate que se producirá este viernes en el Technology Park del distrito Redfern de la ciudad de Sydney (Australia), y en el que, de ganar, le está esperando Gervonta Davis, que ha manifestado que una pelea ante su compatriota es lo único que podría evitar que ascendiese inmediatamente al peso ligero. Si Dib estuviese remotamente cerca de su mejor nivel y, sobre todo, si su fortaleza mental estuviese en buenas condiciones, el hábil extitular, por su excelente técnica, debería ofrecerle a Farmer una pelea intrincada en un clásico enfrentamiento de corte táctico en el que los reflejos, la audacia y la adecuada selección de golpes jugarían un papel vital.

Por contra, si, como se piensa, Dib tiene problemas para mantener la moral elevada y su confianza en esta pugna no es la mejor, Farmer debería imponer su frustrante boxeo con ágiles esquivas y centelleantes entradas y salidas para lograr una convincente victoria unánime, aunque deberá demostrar que ha aprendido la lección de su combate ante Ogawa, no pudiendo permitir que los minutos pasen en balde apoyado únicamente en su defensa ni dejarse impresionar tanto por los ataques recibidos, elementos que condicionan de forma extremadamente negativa a los púgiles a ojos de los jueces.

En el paso por la báscula no se superó el límite del peso superpluma (59,0 kg), marcando Dib 58,785 kg y Farmer 58,876 kg. El evento será televisado para Estados Unidos por la plataforma de streaming ESPN+, con el combate estelar programado para el mediodía del viernes en hora española, en torno a las 13:30.