El mexicano Óscar Valdez (24-0, 19 KO) superó su primera gran prueba como campeón mundial WBO del peso pluma, derrotando al británico Scott Quigg (34-2-2, 25 KO) por decisión unánime (118-110, 117-111 y 117-111) bajo una intensa lluvia en un vacío StubHub Center de Carson (Estados Unidos). Los intercambios de golpes fueron la tónica dominante durante los doce asaltos, presionando continuamente Quigg, que aprovechó su notable superioridad de peso, tras no superar la cita con la báscula el día anterior.

Valdez estuvo certero con sus directos, aprovechando la escasa velocidad de Quigg. En el quinto asalto, el británico sufrió un corte en el ojo izquierdo, fracturándose su nariz en asaltos posteriores, mientras que Valdez finalizó la pelea perdiendo varias piezas dentales y con la mandíbula fracturada.

Ambos púgiles finalizaron muy cansados, manando sangre de la boca de Valdez. El mexicano demostró su dureza para imponerse merecidamente a Quigg, en un intenso combate.