Manuel Valero
@Manu_Valero

Sorpresa generalizado en el mundo del boxeo por el anuncio del Golovkin-Brook, cuando todo apuntaba a que el kazajo pelearía con Chris Eubank Jr. Rápidamente, padre e hijo, no dudaron en culpar a Eddie Hearn por no cerrar el combate, poniendo en entredicho la profesionalidad del promotor británico.

Tanto como desde el equipo de «GGG» como el propio Hearn achacaron la falta de acuerdo a las altas exigencias impuestas con Chris Eubank Sr. El excampeón mundial quería controlar por completo todo lo relativo a la pelea, incluido el precio de las entradas. Finalmente Hearn se cansó de negociar con los Eubank, ofreciendo la pelea a Kell Brook, que no dudó en aceptarla.

El sí de Brook acabó con las negociaciones de su pelea con Jessie Vargas. Bob Arum, promotor del estadounidense, mostró su estupor por la decisión del inglés. En la mente del fundador de Top Rank ya circula la idea de enfrentar a Vargas con Pacquiao en octubre, siempre que el filipino pueda compaginar su actividad política con los entrenamientos.

Por otro lado, muy criticado está siendo el factor del peso. Y es que al igual que ocurriese cuando Amir Khan enfrentó a «Canelo», Brook subirá dos divisiones de una. El propio Khan aplaudió el valor de su compatriota, pero señaló la dificultad de una victoria de Brook ante el peso medio con mayor pegada del momento.

La pelea tendrá lugar sin ningún peso pactado de por medio, declarando Tom Loeffler, mánager de Golovkin, que la diferencia de tamaño será mínima, ya que «Brook es un wélter grande y Golovkin un peso medio pequeño».

Todas las dudas quedarán resueltas el 10 de septiembre en Londres, aunque de momento los apostantes lo tiene claro: Golovkin arrasará a Brook.