El estadounidense Keyshawn Davis arrancó 2025 de forma espectacular al proclamarse campeón mundial WBO del peso ligero, pero su reinado concluyó sin subir al ring. El púgil de Norfolk se encuentra en un punto crítico de su carrera tras no dar el peso en la pelea que tenía programada a inicios de junio contra el dominicano Edwin De Los Santos, lo que le costó su cinturón. Ahora, el púgil de 26 años ha señalado que está considerando colgar los guantes. En un mensaje reciente en redes sociales, Davis expresó su desencanto: “The Businessman está retirado, se acabó. Si quieren que vuelva, hablen con mi promotora, Top Rank. Digan: ‘Necesitamos a The Businessman de vuelta’. Por ahora, estoy casi retirado. El boxeo está parado, podrían decir que ya me retiré”.
El no dar el peso no fue solo un tropiezo deportivo, sino un golpe a su credibilidad. Desde entonces, su actitud ha sido errática, y las dudas sobre su capacidad para competir con la élite han crecido. Por si fuera poco, Top Rank ha finalizado su contrato con ESPN sin tener una nueva plataforma televisiva como socia.
Davis, con un récord de 12-0, conquistó el título ligero de la WBO frente a Denys Berinchyk, pero parece que tenía otro objetivo prioritario: “Compré una casa, solo debo pagar la hipoteca. No tengo que preocuparme por volver al ring. No sé si iré al ligero o al superligero”.
La relación con Top Rank también parece tensa. Estas declaraciones podrían ser una maniobra para negociar un mejor contrato, pero la estrategia podría volverse en su contra. Cuanto más tiempo esté fuera del cuadrilátero, menor será su valor para los promotores.
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