
Los proyectos de Jake Paul han animado el boxeo femenino, pero por el momento, Claressa Shields está fuera de los planes del youtuber. Ante la falta de oponentes interesantes para la estadounidense, Laila Ali, hija de Muhammad Ali, que se retiró en 2007 con un récord imbatido de 24 victorias, ninguna derrota y 21 nocauts, ha encendido las esperanzas a Shields al declarar que estaría dispuesta a volver al ring para enfrentarse a ella.
Pero su regreso tiene un precio: una bolsa de entre 15 y 20 millones de dólares. Este potencial enfrentamiento es el que lleva tantos años buscando Shields, pero la diferencia de edad y la falta de un promotor complica que se vayan a colmar las exigencias de Laila Ali.
A sus 47 años y tras reinar en el peso supermedio, Ali ve como el boxeo femenino ha crecido en los últimos años, aunque ella fue todo un icono, principalmente por su apellido. En recientes declaraciones, Ali fue clara y directa: «Si quieren verme contra Claressa Shields, que pongan el dinero sobre la mesa. Hablamos de 15 a 20 millones de euros. Entonces, podríamos negociar».
Con veladas como las organizadas por Jake Paul, en las que se han organizado combates como los disputados entre Katie Taylor y Amanda Serrano en PPV, las opciones permanecen abiertas. La llegada de nuevos patrocinadores y plataformas han dado a algunas boxeadoras de mejores bolsas. Aun así, la exigencia de Ali está fuera de mercado.
Claressa Shields, de 30 años, se ha encontrado con un problema en el peso pesado: la falta de rivales de su calibre. En un peso donde las rivales son escasas y el nivel técnico no siempre está a la altura, Shields ha expresado su frustración por no encontrar desafíos que estén a la altura de su talento. «Es la pelea que todos quieren ver. Laila es una leyenda, pero yo soy la GWOAT (la mejor de todos los tiempos). Si ella quiere, que suba al ring y lo comprobaremos», afirmó Shields.