El filipino Manny Pacquiao ha sufrido un duro revés, al no ser elegido como senador en su Filipinas natal. El boxeador aplazó sus compromisos deportivos hasta que se celebrasen las elecciones, las cuales no le ha dado acceso al Senado, como sí ocurrió en 2016 y 2022. En 2021, tras caer ante Yordenis Ugás, fundó el Movimiento Campeón del Pueblo (MCP) y se postuló a la presidencia en 2022. Su campaña, enfocada en combatir la pobreza y la corrupción, no logró convencer a un electorado que, pese a idolatrarlo como boxeador, cuestionaba su capacidad para liderar un país en crisis. Con solo el 6,8% de los votos, quedó tercero tras Ferdinand Marcos Jr.

Desde entonces, las críticas contra Pacquiao arrecian en Filipinas, donde parte del país no secunda cuestiones como su oposición al matrimonio entre homosexuales. La caída en popularidad de Pacquiao es tal, que ha finalizado en 18° puesto en la carrera al Senado. Por contra, su regreso al ring no se está encontrando ningún obstáculo. Mario Barrios, actual campeón WBC del peso wélter, será su rival el 19 de julio en Las Vegas. El equipo del filipino cree que está en perfectas condiciones físicas para ganar a Barrios, a pesar de que su última pelea se saldase con una derrota ante Yordenis Ugás hace cuatro años.

Por arte de magia, el WBC ha colocado a Pacquiao como quinto clasificado en su ránking del peso wélter. «Pacman» no ha ganado un combate profesional desde julio de 2019, cuando derrotó a Keith Thurman, y Mauricio Sulaiman defendió su decisión citando el “legado histórico” del filipino.