El cubano Guillermo Rigondeaux (18-0, 12 KO) retuvo su corona mundial WBA supergallo, pero debió perderla por descalificación al golpear tras sonar la campana del fin del primer asalto a su rival, el mexicano Moisés Flores (25-1, 17 KO), que se desplomó. Tras varios minutos de espera a la decisión y de que se recuperara Flores, el árbitro Vic Draculich dijo que era legal el golpe de Rigondeaux y concedió el KO en el primer round.
La WBA deberá tomar una decisión idónea que sería repetir el combate como mínimo y lo justo sería cambiar el resultado.