Fernando Sanz

El estadounidense Ryan García (24-2, 20 KO) regresó al cuadrilátero con el objetivo de revitalizar su carrera, pero sus esperanzas se vieron truncadas. Esta madrugada, el boxeador californiano sufrió una derrota por decisión unánime ante un Rolando Romero (17-2, 13 KO) que fue el triunfador de la histórica velada Times Square, dejando la esperada revancha con Devin Haney (32-0, 15 KO) en incertidumbre.

El encuentro comenzó desfavorablemente para García. En el segundo asalto, un certero golpe de derecha de Romero lo envió a la lona, mostrando una aparente deficiencia en sus reflejos defensivos. Si bien se repuso y continuó peleando, no logró recuperar su ritmo.

Romero, con una actuación más consistente, dominó los intercambios y supo aprovechar los momentos de respiro de su oponente para asegurar asaltos importantes. La decisión para un juez fue un claro 118-109, mientras que para los otros dos fue de 115-112.

Tras la derrota, García no ofreció excusas: “No hay excusas. Felicidades a Rolly. Hizo un gran trabajo. Ese año lejos del ring me afectó física y mentalmente. Pero agradezco a Dios por permitirme volver y completar los 12 asaltos”, expresó con serenidad.

Un año fuera del ring se notó en exceso
La inactividad fue un factor decisivo. García lució rápido en los primeros compases, pero su condición física se desinfló con el paso de los asaltos. La falta de ritmo competitivo se notó especialmente en la segunda mitad de la pelea, donde su movilidad y potencia disminuyeron visiblemente.

Revancha congelada
Según BolaVIP, el contrato para una pelea de revancha con Haney estaba sujeto a que García permaneciera invicto. Esta derrota complica esa posibilidad. El equipo de Haney no descarta una renegociación, pero por ahora sus prioridades han cambiado.

Irónicamente, el propio García ha sugerido que podría buscar una revancha con Romero antes que con Haney. “Esa pelea con Rolly… podría ser divertida”, comentó días antes, sin saber que pronto le tocaría morder el polvo.