Daniel Pi
@BastionBoxeo
Dando una muestra más de su nivel de campeón, en la tarde del sábado y en el Barys Arena de Nur-Sultán (Kazajistán), el titular mundial WBC del peso gallo, el bronce mundial amateur franco-marroquí Nordine Oubaali (16-0, 12 KO), no tuvo problemas para apabullar y vencer por abandono al inicio del séptimo round al retador voluntario filipino Arthur Villanueva (32-4-1, 18 KO) que, si bien no parecía tener buenas posibilidades de éxito antes de la pugna, fue dominado con todavía más sencillez de lo previsto.
Fiel a su estilo, el zurdo Oubaali no quiso especular, y desde el round inicial presionó con firmeza con su gancho diestro y con su directo zurdo para controlar el centro del ring y empujar hacia las cuerdas a Villanueva. Los golpes de poder del campeón llegaron claros y en buen número, conectando combinaciones de hooks en corta que parecieron sugerir que, si no se producía un cambio de tendencia, el filipino podría terminar viéndose seriamente desgastado.
Dado que Villanueva no equiparaba la cadencia de golpes del monarca, que efectuaba perfectos bloqueos y velocísimas transiciones de posición ofensiva a defensiva, Oubaali no se encontró incómodo en ningún momento, sino simplemente atento para ir desplegando su trabajo sin exponerse a recibir castigo. Eventualmente, como en el cuarto round, Villanueva llegó con su buen directo diestro, pero estos puños eran escasísimos y de ningún modo podían compensar los zurdazos y los ganchos enlazados que enrojecían su rostro.
Aunque intentó tomar la iniciativa tímidamente en torno a la mitad, Villanueva no tenía ni la tenacidad ni los recursos para lograr el cambio de tónica, siendo estremecido y derribado por una combinación de uppercut zurdo y gancho diestro en el sexto asalto. El aspirante se alzó, recibiendo potentes andanadas en la reanudación, pero la pelea había quedado definitivamente sentenciada. Y es que, sin posibilidad de que Villanueva consiguiese otra cosa que seguir viéndose mermado, en el descanso entre el sexto y el séptimo episodio su equipo decidió que no debía seguir combatiendo.
En una primera defensa voluntaria ante un oponente que no supone un elevado riesgo, lo mejor que puede hacer un titular es vencer sin mostrar brechas y luciendo un gran nivel, precisamente lo que hizo Oubaali, que volvió a dejar claro una vez más que es un digno contrincante para los máximos exponentes de la atestada división del peso gallo. Oubaali señala que quiere tener en su poder los otros tres cinturones de la categoría, aunque primero deberá hacer frente a su defensa obligatoria ante Takuma Inoue. Asimismo, como se coronó capturando un cinto vacante, le esperará, según las normas del WBC, un segundo retador oficial que perfectamente podría ser el excampeón Luis Nery, de modo que grandes retos no le van a faltar a Oubaali para que pueda poner a prueba al máximo su potencial.