Javier Royo
@JavRoyo

El número dos de las listas del Consejo Mundial de Boxeo (WBC) del peso ligero Mikey García (35-0, 29 KO) afronta este sábado la pelea más decisiva de toda su carrera. Se enfrentará al campeón WBC de la categoría Dejan Zlaticanin (22-0, 15 KO) dentro de la cartelera del Frampton-Santa Cruz II en el MGM Grand de Las Vegas y bajo los focos de Showtime.

Puede que su próximo envite represente asimismo su combate más duro. Mikey sólo se ha enfrentado a un par de adversarios realmente difíciles a lo largo de su trayectoria, Orlando Salido y Román Martínez.

La pelea del sábado es la segunda de Mikey García desde que regresó al ring el julio pasado. Una vuelta al ensogado esperada por muchos aficionados donde ofreció una imagen sobresaliente derrotando a Elio Rojas por nocaut en el quinto asalto después de derribarlo cuatro veces, dos veces en el tercer asalto y dos más en el quinto. La victoria tiene mucho mérito ya que anteriormente García había perdido dos años y medio de su carrera litigando temas promocionales con Top Rank.

García buscará el sábado coronar una tercera división pues ya jalonan el currículum del estilista boxeador cinturones mundiales en el pluma y superpluma. Zlaticanin puede generar muchos problemas porque golpea con mucha potencia -si consigue aterrizar uno de sus temibles hooks de izquierda podría sacar a Mikey de la partida- y además tiende a mantenerse muy cerca de sus oponentes. Mientras García debe jugar la baza de que es siete centímetros y medio más alto que su rival y goza de mayor envergadura.

«Todavía hay muchas cosas que quiero lograr en este deporte», dijo García a espn.com. «Este combate sería el mundial en una tercera división. Luego querría unificar títulos o ir a por los cinturones del superligero».

Mikey todavía es lo suficientemente joven, cuenta con 29 años, como para llegar a dominar el peso ligero. Podría subir de categoría en el futuro pero por ahora parece otorgarle prioridad a luchar contra el ganador del Jorge Linares-Anthony Crolla II, siempre que solvente el pleito con Zlaticanin. Además, si García eligiera subir al superligero compartiría división con Terence Crawford, el campeón WBC / WBO de la categoría. Todo un dilema para el aspirante porque hacer esta pelea significaría negociar con los promotores de Crawford, que no son otros que Top Rank, los responsables de que estuviera en el dique seco más de dos años. Por otro lado, si se moviera al superligero parecería muy extraño que no intentara luchar contra el mejor de la división.