Los cinco años de espera y el desilusionante combate que ofrecieron en mayo de 2015 parece no haber sido suficiente para separar los nombres de Floyd Mayweather y Manny Pacquiao, a pesar de que el primero colgó los guantes hace más de un año. Mientras gran parte de la industria del boxeo culpa a esa pelea el descenso notable de las ventas de PPV, parece haber un gran interés por realizar una revancha, que a buen seguro reportaría unas jugosas bolsas a ambos boxeadores, aunque sería difícil alcanzar las cifras generadas en el primer combate, como los más de cuatro millones y medio de PPV vendidos en Estados Unidos.

Pacquiao, que confirmó que continuará boxeando a sus 38 años, invitó a ver su victoria ante Jessie Vargas al propio Mayweather, que apareció cuando nadie lo esperaba, recibiendo un sonoro abucheo por parte de los seguidores del filipino. Horas antes, el estadounidense declaró que no descartaba regresar a los cuadriláteros, tras la reciente sesión de sparring que realizó en su gimnasio con el puertorriqueño Floyd Mayweather. El Mayweather vs Pacquiao II podría ser el último combate de los dos grandes dominares del pugilismo durante la última década, que se marcharían del deporte ingresando otra importante cantidad de dinero a sus cuentas bancarias.