
El Universum Gym de Hamburgo (Alemania) contempló uno de los combates más extraños por el título de Europa de los pesos pesados, y ya van unos cuantos. Con el logo de Riyadh Season sobre la lona, y la inversión que también realiza Arabia Saudí en la lucha libre, Labinot Xhoxhaj (21-0, 16 KO) y Murad Aliev (13-1, 10 KO) dieron sensación por momentos de haberse equivocado de deporte. Al francés de origen ruso solo le duró la gasolina cuatro asaltos, y su golpe más determinante, el jab, también terminó por desaparecer.
El kosovar expuso la corona continental ante un rival con mejor técnica sobre el papel, pero la falta de ideas de ambos dio paso a una sucesión de acciones desordenadas. La incertidumbre añadió algo de emoción a una pelea en la que la diferencia física quedó reducida por el ímpetu del campeón. Con su 1,83 m, Xhoxhaj desfondó a los 2,02 m de Aliev, que vio roto su plan de pelea.
Al perder Aliev la movilidad, Xhoxhaj se echó encima del aspirante, que empleó en varias ocasiones técnicas propias de otras modalidades. Si ya Xhoxhaj se proclamó campeón en un combate en el que puso de manifiesto su limitado boxeo, ante Aliev ratificó su capacidad para sobreponerse a sus propias carencias.
Los golpes, que rara vez conectaban los púgiles, dibujaban trayectorias extrañas, a causa del cansancio, más que del castigo recibido. El apoyo del público espoleó a Xhoxhaj ante el fatigado Aliev, el cual se bloqueó sin más ideas que probar para alejar al local. El kosovar puso por primera vez en aprietos al galo en el séptimo round, para mantener sus desordenados ataques hasta el final, en la medida en la que su físico se lo permitió
El veredicto se hizo esperar, como si la persona encargada de sumar las puntuaciones estuviese tan exhausta como los boxeadores. Las tarjetas fueron favorables a Xhoxhaj: 115-113, 114-113 y 115-112. De no haberse centrado en trabar la pelea, probablemente Aliev hubiese obtenido un veredicto más favorable, del mismo modo que el árbitro fue demasiado pasivo con el aspirante, que no aprendió nada de su polémica derrota en los Juegos Olímpicos de Tokio.
Con esta victoria, Xhoxhaj defendió el título europeo del pesado por primera vez, y dará un buen salto en las listas del WBC. Fuera de Alemania, el devenir de Xhoxhaj ya de por sí se antoja complicado, por lo que sus posibilidades ante boxeadores llamados a disputar títulos mundiales son remotas.