Daniel Pi
@BastionBoxeo

En muchas ocasiones analistas y fans han especulado sobre cuánto podría haber dado de sí la trayectoria de un determinado boxeador que, en un momento crucial, se vio perjudicado por un veredicto injusto o por una cuestionable decisión administrativa. Sin embargo, rara vez se teoriza sobre lo que podría haberle pasado a la trayectoria de un boxeador al que se le ha beneficiado de forma polémica en un momento trascendental para sus intereses, como le ha sucedido al mexicano Julio César Martínez (15-1, 12 KO).

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Obviando el hecho de que su golpe antirreglamentario en su pelea contra Charlie Edwards perfectamente podría haberle alejado de una nueva pugna titular por un tiempo, Martínez accedió inmediatamente después a un campeonato mundial por el cinturón vacante, dando positivo en control antidopaje semanas antes de este combate. Si en ese instante el WBC o la comisión del estado de Arizona se hubiesen negado a darle los permisos necesarios, Martínez habría quedado en una posición crítica, ya que no sólo habría perdido esa primera oportunidad mundialista y habría tenido que escalar de nuevo en las listas, sino que incluso podría haber visto en peligro el contrato que había firmado con Matchroom Boxing.

Con todo, el WBC le dio un entregado espaldarazo a Martínez, otorgándole de facto a él y a otros boxeadores permiso para que usasen una cierta cantidad de clembuterol sin penalización. Pudiéndose argumentar perfectamente que entró al mundial ayudado por la sustancia dopante por la que dio positivo, Martínez arrolló a un Rosales durísimo, que había sido capaz de vencer varias veces como visitante y aguantar las manos de poder de un temible noqueador como el japonés Daigo Higa, además de derrotarlo, pero que contra el azteca sufrió la primera derrota antes del límite de su carrera, no logrando soportar su potencia.

Si bien otros boxeadores, justificadamente, ven sus perspectivas empequeñecerse tras un positivo, aunque sea ligeramente, Martínez ha recibido grandes loas tras ese triunfo que cuenta con el visto bueno del WBC, llegando a ser considerado ahora por muchos como el mejor peso mosca del mundo, como una de las mayores estrellas en ascenso de las divisiones más ligeras y como un futuro generador de grandes ingresos por su estilo combativo y agresivo… no parece que su caso vaya a quedar en la historia del boxeo como un ejemplo de justicia deportiva.

Sea como sea, con diversos medios americanos desgañitándose en su apoyo a Martínez, su campaña va viento en popa y ya se habla de que podría intentar unificar con el veteranísimo Moruti Mthalane, aunque antes recibirá otra nueva oportunidad para seguir acumulando fama en un gran evento como el que el sábado se producirá en The Ford Center de Frisco (Estados Unidos), en el que, compartiendo cartel con grandes nombres, se medirá al excampeón de Europa del peso mosca Jay Harris (17-0, 9 KO).

El británico Harris no es en absoluto un mal boxeador, sino que es versátil, tiene una técnica sólida y ha cumplido en sus mayores pugnas. No obstante, dado que le gusta arriesgarse en cruces de golpes y tiene una desventaja abismal en pegada y resistencia respecto al monarca, parece una tarea casi imposible que pueda lograr soportar las manos de poder de un Martínez que comete enormes fallos técnicos, que se sobreexpone de forma evidente y que puede atacar de forma realmente tosca, pero que tiene un elevado ritmo combativo y una gran agresividad y que sabe conectar golpes definitorios con sus curvos en dispares trayectorias.

Así, aunque quizás Harris pueda usar su destreza al contragolpe para, si se mantiene en larga y muy móvil, golpear repetidas veces a su oponente, resulta inevitable imaginarse que su dinamismo no podrá mantenerse de forma constante y que podría terminar vapuleado eventualmente por las combinaciones de un Martínez que no se fatiga tanto como sugiere su despliegue ofensivo y que tarde o temprano causará daños decisivos en la distancia media-corta.

La victoria de Martínez se paga a 1,07 € por euro apostado, mientras que la de Harris a 7,50 €, pero además hay opciones para apostar a múltiples resultados del combate, pinchando en el título de la pelea.
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El mundial Martínez-Harris, que precederá al campeonato Yafai-González y al combate Mikey García vs. Jessie Vargas, se podrá ver desde las 2:00 h de la madrugada del sábado al domingo a través de DAZN.