
Julio César Garcés
El boxeador mexicano Isaac “Pitbull” Cruz (27-3-1, 18 KO), excampeón mundial del peso superligero WBA no solo ha conquistado el respeto del mundo del boxeo con su potencia y entrega sobre el ring, sino que ahora también ha decidido alzar la voz fuera de él, para hablar de un tema que le toca el corazón: el trato hacia los migrantes hispanos en Estados Unidos. Durante una conversación reciente con el medio Mediotiempo, el púgil capitalino se distanció del lenguaje habitual del deporte para expresar su preocupación por la discriminación a la que se enfrentan miles de personas que han cruzado la frontera en busca de una vida más digna. “Me duele como mexicano, como ser humano. No es justo que se juzgue a quienes trabajan duro solo por haber nacido en otro país”, dijo.
Lejos de hacer un llamado político, Cruz habló desde el respeto, la empatía y la experiencia compartida por tantos latinos. Reconoció que su posición como figura pública le otorga una plataforma importante y, en lugar de utilizarla para autopromoción, la ha puesto al servicio de una causa social. “Esto no es solo por los mexicanos. Es por los peruanos, guatemaltecos, hondureños… por todos los que han tenido que dejar su tierra y enfrentarse a la desconfianza, al rechazo”, afirmó.
El campeón no busca confrontar ni generar polémica, sino mostrar solidaridad con quienes, día a día, se enfrentan a barreras visibles e invisibles. En sus palabras hay un tono de cercanía: no se expresa como celebridad, sino como compatriota, como hijo de una comunidad que no se rinde.
En un deporte donde los mensajes sociales suelen esquivarse, Cruz ha demostrado que ser boxeador también implica tener corazón fuera del cuadrilátero. Su compromiso no se mide en títulos, sino en el deseo de inspirar a los que pelean, no en un ring, sino en la vida misma.