Saúl «Canelo» Álvarez no contaba con que una pandemia paralizase el mundo cuando firmó un contrato de más de 300 millones de euros con DAZN. La plataforma televisiva tampoco esperaba que un virus alterase sus ambiciosos planes. El mexicano, que no boxea desde que derrotase a Sergey Kovalev en noviembre de 2019, pretende regresar al ring en septiembre, pero no a cualquier precio.

Por ello, la opción con más fuerza era buscar un rival de menor entidad, para que la bolsa fuese acorde a los tiempos del COVID-19. Sin taquillas millonarias, es una quimera que el de Jalisco ingrese cerca de treinta millones de euros por combate como es habitual.

En las negociaciones, según ESPN, DAZN ha sugerido a Álvarez que acepte una reducción de sus emolumentos. El azteca se niega y se aferra a lo firmado. Las posturas continúan alejadas y los días pasan, por lo que si no se produce una rápida solución, la fecha prevista tendrá que ser aplazada.