Emilio Marquiegui (Diario MARCA)
@EmilMarquiegui

Aunque el joven Saúl “Canelo” Álvarez todavía no llega a los éxitos del último gran ídolo mexicano, el fulminador de Manny Pacquiao, Juan Manuel Márquez, sí le está superando en el cariño del público, más bien, en el deseo de tener otro joven púgil que plante cara a las estrellas mundiales. Consumada ya la retirada a los 41 años de Márquez, campeón mundial en el peso pluma, superpluma y ligero, Álvarez es el nuevo referente del potentísimo boxeo mexicano. “Canelito”, como así le apodaron a los 13 años por haber heredado el cabello pelirrojo de su madre, es de familia numerosa, y nada menos que tres de sus hermanos han sido boxeadores profesionales, destacando Rigoberto, el zurdo que estuvo cerca del título mundial. Canelo no disputó muchos combates amateur, pero brilló siendo campeón mexicano junior. Obviamente no llegó a más porque debutó a los 15 años y ya lleva diez como profesional. Decir que ha sido siete veces campeón mundial superwélter y que en 47 combates solo ha perdido con un tal Floyd Mayweather, significa algo trascendental. Pero aún le queda la gloria no numérica, la de los grandes combates contra sus mejores contemporáneos, todavía ha de añadir nombres a su historial. En él ya están Mayweather, Mosley, Trout, Lara, el sábado estará Cotto, pero aún faltarán más para convertirse en el próximo rey del PPV como parece. Fuerte, agresivo, pegador con buena técnica, es un púgil completo cuyo patrón es el ataque. No tuvo opciones ante una máquina defensiva y de desplazamientos como Mayweather, aunque frente a Cotto será distinto, el puertorriqueño es un maestro, pero se enzarza a golpes en cualquier momento. El sábado, Canelo podría conseguir su segundo campeonato en distinto peso, llega pletórico tras su última pelea en la que demolió al noqueador norteamericano James Kirkland en solo tres asaltos.

Hoy viernes por la noche en el programa semanal Marcabox (este es el enlace) nos acompañará Luciano Cuello, púgil argentino residente en Madrid, que peleó ante Canelo en Guadalajara (México) en 2010. Valorará de primera mano la calidad del campeón.