El boxeador francés Romain Jacob se ha visto obligado a colgar los guantes a los 28 años, siéndole diagnosticados unos problemas en la retina que le impiden volver al cuadrilátero.
Jacob, de 28 años, estaba cerca de emular a su padre disputando el título del mundo, Thierry, pero el catalán Juli Giner se interpuso en su camino, arrebatándole el cinturón de Europa del peso superpluma el pasado año. Con tres coronas continentales en su palmarés y un récord de veinticuatro victorias, ocho de ellas por nocaut, y una única derrota, el boxeo del país vecino pierde a uno de sus mejores púgiles en los últimos años.