Leopoldo Bonías nos remite este escrito sobre la finalización del plazo para votar por correo en las Elecciones de la FEB.

Por sí no eran pocas las dudas entorno a la legitimidad del actual proceso electoral de la FEB (Federación Española de Boxeo), como reconoció hace unas semanas el TAD (Tribunal de Arbitraje Deportivo), gran parte de las personas llamadas a elegir presidente, indistintamente de cuál vaya a ser su voto, están más que preocupadas por el incumplimiento de la propia Junta Electoral del calendario fijado para el voto por correo, que debía haberse iniciado el pasado miércoles 2 de noviembre.

Inexplicablemente, a día de hoy (lunes 7 de noviembre), los votantes que solicitaron votar por correo no han recibido la documentación pertinente, así como tampoco hay ninguna novedad publicada en la página oficial de la FEB. Es prácticamente imposible que la Junta Electoral que asesora Dña. Ana Ballesteros, conocida en el mundo del boxeo por su habilidad para hacerse con ofertas inigualables en el mercado inmobiliario, comprando un piso -¿o son dos unidos?- a la propia FEB por un precio de 140.000€, autorizando dicha transacción D. Antonio Martín Galán para tratar de reducir, de manera fallida, las deudas que acumula el máximo estamento del boxeo en España durante su mandato. Los más de 250 m² de dicho piso, que ocupan una planta entero, se localizan en la santanderina Calle Alta, encontrándose la capital cántabra en el Top-5 de ciudades donde el m² es más caro en toda España según la revista Expansión.

Tras realizar este inciso, para dar a conocer esas cifras que pueden comprobarse en cualquier buscador, el enfado entre todos los estamentos del boxeo español se acrecenta, restando menos de cuatro días para que finalice el plazo para votar por correo. Ante este desorden, que vulnera de manera injusta el derecho de los votantes a elegir a los representantes de la Asamblea de la FEB, se va interponer una reclamación para que se amplíe la fecha límite para realizar el voto a distancia, que será la opción elegida por la inmensa mayoría de votantes, que no podrán viajar a Madrid para depositar las papeletas en las urnas.