Manuel Valero
@Manu_Valero
Fotografías: +QueAlba

Cerca de 1.300 espectadores abarrotaron el Pabellón de la Feria el pasado viernes, colgándose el cartel de no hay billetes en taquilla. Tras treinta y cinco años sin celebrarse ninguna velada en Albacete, el trabajo del Fight Club Albacete ha hecho del boxeo uno de los deportes más de moda en la ciudad manchega, dándose cita en las primeras filas personalidades locales como la plantilla completa del Albacete Balompié o el Albacete Basket.

El plato principal de la noche fue el torneo internacional que disputaron las selecciones de España e Irlanda, siendo los juniors Alberto Alcaraz «Cobra» y Sean Dempsey los encargados de iniciar la competición. La victoria por puntos cayó del lado irlandés, pero Alcaraz demostró tener un gran futuro, peleando de tú a tú con una de las grandes promesas del boxeo a nivel continental.

John Joyce, de origen romaní, y el murciano José Luis Serrano olvidaron las estrategias en los vestuarios, dedicándose a intercambiar golpes contundentes en el centro del cuadrilátero. Ese guión favoreció al irlandés, aunque el español no se amedrentó y no rehuyó la pelea en ningún momento. El boxeador visitante se trasladó a la grada a seguir el resto de los combates junto a los aficionados tras su triunfo por puntos.

Irlanda-EspañaCon los primeros puntos en el casillero del equipo visitante, José Quiles brindó uno de los combates de la noche ante el espigado Stepehn McKenna. El boxeador de Elda rompió la guardia de su rival en varias ocasiones, poniendo al público en pie con intercambios espectaculares. El español se hizo con una meritoria victoria por puntos. La progresión de Quiles, de sólo 19 años, lo convierten en una de las grandes esperanzas del equipo nacional en este nuevo ciclo olímpico.

El valenciano Johan Orozco demolió al irlandés Patrick Linehan, tirando la esquina irlandesa la toalla en el segundo asalto. «El Talento» Orozco encerró a su rival desde el inicio, siguiendo las indicaciones de Carlos Peñate, ya que Rafael Lozano no estuvo presente en la esquina.Carmona-Orozco

Tras un caluroso recibimiento, merecido por su brillante actuación en los recientes Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, Samuel Carmona parecía tener prisa, derribando a T.J. White cuando se llevaban sólo disputados quince segundos del primer asalto. Apenas dio tiempo a disfrutar del boxeo eléctrico del grancanario, decretando el árbitro el final del combate en el primer minuto de pelea. Las inusuales trayectorias de los golpes del púgil español, así como sus continuos cambios de guardia, sorprendieron a un oponente contrastado como White, quien ha derrotado en dos ocasiones al doble medallista olímpico «Paddy» Barnes.

La victoria de «El Patriarca» cristalizó la remontada española ante un combinado de identidad como el irlandés. El trofeo al boxeador de la noche, llamado en esta ocasión Perico Fernández en memoria del recientemente fallecido excampeón mundial, fue para Johan Orozco. «El Talento», el más votado por los periodistas presentes, recibiendo una copa de manos del torero Sergio Serrano y el exfutbolista Francisco Javier Mármol «Catali», ambos aficionados al pugilismo.

Resto de resultados
El primer triunfador de la noche fue Jordi Martínez, que derrotó por decisión dividida al ilicitano Víctor Soto en un intenso combate. El también albaceteño Enrique González empató con el toledano Jesús Carretero en una pelea con alternativas por ambas partes. Pero sin duda, el gran protagonista de la noche, robándole todo el protagonismo a Samuel Carmona, fue el local Jesús Coy “Chule”, que una vez más realizó una singular entrada acompañado por la celebérrima canción mexicana El Rey. La pegada del albaceteño sorprendió a Jefferson Analuisa, que causó una brecha a Coy en la ceja izquierda con un codazo.
Sabedor de que el médico podía parar la pelea en cualquier momento, «Chule» buscó el nocaut, deteniendo el árbitro las acciones tras un segundo codazo del alicantino. La victoria por decisión técnica no dejó nada satisfecho al albaceteño, que quería continuar boxeando a pesar de la lesión sufrida.

Esperpento federativo
CampanaA pesar de haber dos supervisores presentes, algo innecesario según el reglamento, la nota negativa de la noche la pusieron los federativos, perdiendo las formas en varias ocasiones al verse superados por diferentes cuestiones, propias de un enfrentamiento entre dos selecciones internacionales. La velada tuvo que comenzar con varios minutos de demora, ya que los supervisores no habían terminado de rellenar las actas, además de llegar los árbitros después de la hora prevista, pues optaron por tomar un café. Los representantes de la Federación Española de Boxeo, ya que en Castilla-La Mancha, al igual que en Navarra y Extremadura, el boxeo está regido por delegaciones, rozaron el esperpento cuando el árbitro Javier Barahona increpó a Carlos Peñate, formándose una pequeña trifulca que no pasó a mayores gracias al temperamento del preparador nacional, dando una imagen lamentable de este deporte a los asistentes, entre los que se encontraban varias autoridades de la provincia.

La falta de profesionalidad volvió a quedar patente cuando los supervisores no repararon en detener la velada al encontrarse los médicos en el vestuario de un púgil dándole varios puntos de sutura, disputándose dos asaltos sin asistencia médica a pie de ring. El árbitro internacional Michael Gill, de la Federación Irlandesa de Boxeo, no dudó en calificar a los representante de la FEB como «los peores federativos que había visto», llevándose el equipo irlandés una sensación lamentable de los supervisores españoles. Estas actitudes, sumadas a otras cuestiones , alejan a los promotores de la realización de veladas. Por ejemplificar, según ha podido confirmar ESPABOX, los árbitros de esta velada cobraron 113 € en concepto de kilometraje por el trayecto Madrid-Albacete. Una cantidad que no se corresponde con el consumo real, además de ratificar la incompetencia de los federativos manchegos, ya que necesitan llamar a árbitros de otras comunidades, pues en Castilla-La Mancha no se organizan cursos de arbitraje. Creemos que los encargados de que se cumpla el reglamento en cada velada deberían predicar con el ejemplo, primero conociéndolo, además de guardar las formas como lo hacen los deportistas.