El único escollo restante para que Anthony Joshua y Wladimir Klitschko se enfrenten el 10 de diciembre en Manchester, parece que no podrá ser salvado, por lo que ambos púgiles tomarán caminos alternativos.
El ucraniano había exigido que el título mundial WBA del peso pesado también estuviese en liza, ya que considera que debe ser el quien lo dispute tras perderlo ante Tyson Fury. Sin embargo, la organización que preside Gilberto Jesús Mendoza, no está por la labor de que uno de los coaspirantes ya posea otro cinturón, como es el caso de Joshua, que es el actual campeón mundial de la IBF.

Klitschko no quiere finalizar el año sin subir al ring, marchando muy avanzadas las negociaciones para que pelee con el australiano Lucas Browne en Hamburgo el 10 de diciembre. La WBA sí estaría dispuesta a sancionar este pleito, tras levantar la suspensión a Browne por su positivo ante Ruslan Chagaev.

Esta situación ha obligado a Eddie Hearn a buscar un nuevo oponente para Anthony Joshua, siendo el búlgaro Kubrat Pulev el que más papeletas tiene de ser el elegido.