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El joven Artem Sukhanov (Zarechny, 1992) disputará mañana sábado su tercer combate desde su debut profesional en Bilbao en marzo pasado. Hasta la fecha lleva dos victorias a los puntos ante Diego Jair Ramírez y Jair Cortez.

A partir de las 20:00 del 23 de mayo, en el polideportivo de Olaz, próximo a Iruña-Pamplona, le espera el fielato del veterano Santos Medrano. “Es muy duro, ha aguantado 5 y 6 asaltos a Kerman Lejarraga”, explica el menor de los hermanos Sukhanov.

No le falta razón al ruso residente en Pamplona. Medrano es uno de esos test a superar por cualquier prospecto llamado a hacer carrera. Y no resulta sencillo. El nicaragüense del equipo de José García exige a fondo a su rival y sale a ganar. Zurdo, con una guardia muy personal y un coraje contrastado, puede dar un disgusto a cualquiera.

“Yo estoy ansioso y muy motivado. Voy a por mi tercera victoria y lo daré todo en el ring para conseguirla”, avanza Artem. El combate de fondo de la velada lo disputa el gran Rubén Díaz. El pesaje hoy, a las 18:00 horas en el Centro Comercial Galaria.

Artem Sukhanov

Nació el 30 de marzo de 1992 en Zarechniy (Rusia). Pero llegó a Pamplona en 2004 junto a su familia. Su padre vino a trabajar a la capital navarra y quería mantener a la prole unida. Antes de salir de Rusia, a los 12 años, sumaba por encima de los 50 combates de boxeo con más de 40 victorias. Muchos se retiran sin haber obtenido esos números. Ahora sigue los pasos de su hermano Denis tras debutar este mismo 2015 en el boxeo profesional.

Entre los boxeadores que admira se cuentan “Kostya Tszyu, Sergio Maravilla, Mayweather… Y a nivel nacional me encanta la pegada de Rubén Díaz y la valentía de Petia Petrov”. Una mención muy particular para “Kerman Lejarraga, el coraje de Kerman, sus ganas de ganar. Y como persona es la hostia”.

Pero en el escalafón del boxeo profesional hay uno muy especial. “Mi hermano Denis. Está muy implicado en mi entrenamiento, me exige muchísimo. Él ya ha dado el paso a profesional, y la verdad me ha conseja mucho sobre mi futuro. Somos uña y carne. Para mí es un ejemplo a seguir, constante, trabajador, muy listo y muy riguroso. Es mi complemento perfecto en el boxeo y en la vida real”.