José Manuel Moreno
@josemorenoco

Todos los que esperaban una pelea igualada en el tercer choque entre Mike Alvarado y Brandon Ríos se llevaron un chasco. El combate celebrado este sábado en Broomfield, Colorado, fue un recital de «Bam Bam» que recordó a su mejor versión, la de hace tres o cuatro años, cuando contaba sus combates por victorias por nocaut. Ríos le propinó una paliza de padre y muy señor mío a un Alvarado que pareció una sombra del que venció en la pelea anterior entre ambos. Ya en el primer round Ríos empezó a poner las cosas en su sitio, con gran ambición y agresividad. El segundo asalto fue de un tremendo castigo para Alvarado. En el tercer round, Ríos tiró a la lona a su incrédulo rival y completó la faena, dejando al de Colorado en un estado tal que en cuanto fue requerido el médico de ring al finalizar el asalto, este ordenó detener ipso facto el combate. Visto y no visto. Ríos gana el crédito que perdió tras las derrotas ante Alvarado y Pacquiao.
Brandon Ríos (33-2-1, 24 KO) ha vuelto con fuerza a sus 28 años y casi mandó al retiro a Mike Alvarado (34-4, 23 KO), de 34 años.