Jorge Arévalo Fernández

Estimados amigos y aficionados al boxeo:

Quiero con esta carta aclarar de todo punto las declaraciones que han sido fruto de polémica reflejadas en el reportaje del diario online el confidencial y cuya rectificación ha sido inmediata más si cabe cuando aparecían entrecomilladas palabras que no eran mías. Aún así pido disculpas a todos los aficionados que hayan podido interpretar que mis pensamientos sobre nuestro deporte van en esa línea cuando es totalmente equivocado: http://www.elconfidencial.com/deportes/otros-deportes/2015-01-12/mayweather-pacquiao-el-negocio-del-siglo-por-recibir-un-balonazo-de-cristiano_619549/

Quiero comenzar dando las gracias a este medio y amplío este agradecimiento a otros medios de interés general que están empezando a mostrar cierto apego por nuestro deporte, algo que –como todos sabemos- es parte de nuestro déficit como disciplina. Por tanto agradecer que en éste y otros medios no especializados se empiece a hablar de boxeo y no siempre en sentido negativo ante accidentes o catástrofes personales que también suceden en otros deportes, pero que, al parecer, el boxeo siempre es “la toalla que se lanza desde la esquina”.
Sobre mis declaraciones en este reportaje quiero aclarar lo siguiente. Este reportaje -que no entrevista, como citan algunos ya que en ese caso sería un formato distinto de preguntas-respuestas-, ha publicado ciertas declaraciones mías que no han sido las más acertadas y por las que reitero mis disculpas si se han malinterpretado (insisto, rectificadas ya). No obstante me gustaría aclarar ciertos puntos cara a la afición del boxeo, que para mi merece todos mis respetos como público soberano que sigue, apoya y sustenta a nuestro deporte.
Respecto al tema de la dureza de los golpes en el boxeo, querría aclarar que no podemos olvidar que nuestro deporte tiene esa herramienta innata, los golpes a la cabeza; y en el profesionalismo son duros; aunque es obvio defender que tras un combate como el que refiere el reportaje, hay que apelar a la responsabilidad del deportista y su equipo porque guarden los descansos médicos saludables y siempre asesorados por especialistas de la medicina.

Sobre el citado tema que encabezaba el titular sin duda buscaba un símil periodístico (“licencia poética”) que yo nunca sostuve ni dije, y que me parece desacertado de todo punto. Mis declaraciones se encaminaban más hacia el aspecto de que al ser deportistas tan bien preparados, sus golpes tanto en velocidad como impacto podría asimilarse de alguna forma, aunque nunca afirmando que la peligrosidad pueda ser comparable en ningún punto. Quizás es más acertado decir algo como que los impactos podrían ser comparables a un balonazo de Cristiano Ronaldo o Messi.

Sobre otra de las posibles malinterpretaciones, mi reflexión sobre ciertos casos personales es que desgraciadamente el boxeo no escapa a historias de deportistas que acaban sus carreras de mala manera, pero el fútbol u otros deportes están llenos de ejemplos tan malos o peores que huelga citar ahora. De hecho frente a figuras tan reconocidas como el citado Tyson, hay historias completamente diferentes como M. Ali que si no recuerdo mal es el deportista mas grande de todos los tiempos o el Golden Boy Oscar de la Hoya que a pesar de haber pasado por malos momentos es un gran empresario boxístico.