José Manuel Moreno
@josemorenoco

Tengo que confesarles que en 22 años de profesión nunca he escrito ni hablado tanto de un acontecimiento que jamás se ha producido. Me refiero, ya lo habrán adivinado, del duelo entre los, objetivamente, mejores boxeadores de este siglo. Recordamos que en 2009 dimos la noticia como segura. La echó por tierra, o al menos así lo proclamó Mayweather, la negativa de Pacquiao a pasar controles anti doping olímpicos. De paso, la sombra del dopaje sobrevoló al filipino en la época que trituraba a todos sus rivales. Al año siguiente, 2010, avisados de lo ocurrido doce meses antes, escribíamos en estas mismas páginas de Espabox que el combate se haría «en un 99%». Otra vez la pelea más esperada, con ambos púgiles en su esplendor, se iba al garete. Esta vez las culpas recayeron en el extravagante boxeador de Michigan. Más tarde, Floyd se alejó de los cuadriláteros, acuciado por problemas extradeportivos. A PacMan se le alejó el ángel cuando Márquez lo noqueó ante los ojos atónitos de medio mundo. A todo esto, Emilio Marquiegui nos inquiría cada semana con la misma pregunta: ¿Qué hay del Pacquiao-Mayweather? «Nada, al final pelearán con 40 años». Pues bien, han pasado los años, Floyd tiene casi 38 y Manny 36. Y ahora parece que el público ha apretado lo suficiente como para que no haya marcha atrás. El público no admitiría otra pelea de ninguno de los dos. No somos adivinos pero la impresión es que el próximo 2 de mayo estos dos fenómenos se expondrán ante el mundo entero. Quien sabe, hasta el MARCA puede volver a tener una portada dedicada a este viejo y gran deporte que es el boxeo. Nos lo merecemos.