José Manuel Moreno
@josemorenoco

Adrien Broner comienza a tener un «Problema» y no es solo el apelativo con el que él mismo quiere que le conozcan en el mundillo boxístico. Su problema es que no termina de levantar cabeza tras perder inopinadamente ante Marcos Maidana a finales de 2013. Desde entonces, primeramente, se frustró su sueño de enfrentarse a su ídolo y referente Floyd Mayweather. Y, para colmo de males, los rivales parece que le han «cogido» la matrícula. Resultado: que el de Cicinnati ya no luce ni apabulla como en los comienzos de su carrera, ni boxeando ante su público. Ante Carlos Molina, el pasado mes de mayo, ganó claramente pero sin poder noquear a su compatriota. Y en la noche del sábado, ante el joven Emmanuel Taylor (18-3, 12 KO), de solo 23 años, pasó más apuros de los previstos, ganando finalmente en las cartulinas por 116-111 (2) y 115-112. Demasiado trabajosa su victoria para quien se creía cerca de la cúspide del boxeo, hace apenas un año. Tardó Broner (29-1, 22 KO) en cogerle el pulso al combate, y no reaccionó hasta la segunda mitad del combate. El momento decisivo llegó a falta de 19 segundos para el final del combate, con una izquierda de Broner que mandó a la lona a un Taylor que parecía crecido en ese último episodio.

Esta caída terminó por decantar la pelea a favor del favorito, que aún está lejos de ser dominador en su nueva división del superligero. «Fue más duro que de lo que pensaba» reconoció Broner tras la pelea, y añadió el nombre del rival que desea para su próxima pelea: «»Mi próxima pelea debe ser Matthysse. Ya lo dije».

Precisamente el argentino (36-3, 34 KO) tuvo muchísimos menos apuros en la misma velada de Cincinnati, noqueando en solo dos asaltos al mexicano Roberto Ortiz (31-1-1, 24 KO).Sin embargo, los deseos del pegador argentino no parecen coincidir con los del boxeador de Ohio, ya que Matthysse está empeñado en una revancha ante el estadounidense Danny García en una cerrada decisión a los puntos, en pelea celebrada en septiembre de 2013.